martes, 24 de abril de 2007

Hugo Chavez: El mal necesario

Cuando en 1958 el Dictador Marcos Perez Jimenez era expulsado del poder por un pueblo que sin miedo se lanzó a la calle a luchar por su libertad, estaba naciendo una Venezuela que tenia todas las ventajas para convertirse en un País modelo en el mundo. El bolivar, la moneda venezolana, valía en aquel entonces 3.33 Bs/ US$. El Petróleo, principal fuente de ingresos del país, era solo el 60% del total de ingresos del País el cual presentaba una economía diversificada en donde rubros agrícolas como el Café, el cacao, la Caña de azúcar, el maíz y el arroz y los recursos pesqueros aportaban cifras importantes a la economía nacional. La Venezuela de 1960 era, sin duda alguna, el verdadero paraiso terrenal


Pero las cosas no resultaron como debieron. Desde el Gobierno de Rómulo Betancourt hasta el de primer gobierno de Rafael Caldera las cosas parecián lucir más o menos bien. La economía venezolana mostraba una solidez y crecimiento envidiable. El pueblo venezolano a pesar de todos los intentos de los grupos de izquierda inspirados en la aventura castrista, era un pueblo que vivía en Paz. El crecimiento económico era rápido pero construido sobre bases firmes, los niveles de desempleo eran mínimos, la inflación era de apenas un dígito. Los venezolanos eran luchadores, la responsabilidad el ahorro y la ética eran características comunes entre la gran mayoría. Los venezolanos de entonces sabían lo que querían, luchaban por ello, trabajaban para lograrlo, participaban en las decisiones (la abstencion en las elecciones no llegaba ni a 10%) y reclamaban cuando había que hacerlo.

Pero en 1973 todo cambió. Romulo Betancourt, a pesar de tener todo para volver a ser Presidente, decide declinar a la candidatura y le abre el camino a Carlos Andres Perez.. Ese fué el inicio del desastre. Carlos Andres Perez en un afan absurdo de grandeza, empujó al País a una vorágine consumista que no tenía ningún sentido ni razón. Si, es cierto, los precios del petróleo se dispararon a niveles astronómicos, pero eso no era excusa para cambiar el modelo de crecimiento pautado por sus antecesores, racional y caracterízado por la austeridad, la prudencia y al mismo tiempo firme y programado, por un modelo populista en donde el derroche y el ánimo de opulencia era lo trascendente.

Venezuela y los venezolanos cambiaron. Atrás quedaron la idea de esforzarse para obtener las cosas. Del venezolano ahorrador, respetuoso y luchador pasamos a la era del ta’barato, cuanto hay pa’eso y el ganar dinero facil y con el menor esfuerzo.

No pocas voces se alzaron llamando la atención sobre el equivocado camino tomado. Juan Pablo Perez Alfonso y Arturo Uslar Pietri fueron quizás los más conocidos, pero no fueron escuchados. El pueblo les dió la espalda y los llamó "Pendejos". La fiesta estaba bien sabrosa, bonche y derroche pa’todo el mundo. Nadie escuchaba, nadie pensaba. El ruido del festín ensordecía.

Los venezolanos no aprendimos ni de los errores ni de la historia. Un buen día nos despertó la cruda realidad. De golpe y porrazo nos dimos cuenta de que no todos estaban invitados en la fiesta. Esa fué otra advertencia más a la que tampoco atendimos. Venezuela desesperadamente nos pedia auxilio y decidimos abandonarla. Y es que nos empeñamos en ver nuestro País como un Hotel, sentados y esperando que nos sirvan y que otros hagan el trabajo por nosotros y no como nuestra Casa, en donde el bienestar se construye cuando todos nos involucramos en él. Entonces, sucedió lo inevitable:



De allí la historia es ya conocida por todos. Cabe preguntarnos, Como llegó Hugo Chavez al poder? y la respuesta es simple y sencilla: El llegó allí porque NOSOTROS lo pusimos allí. Sí, unos por error, otros por omisión y otros por falta de convencimiento, colaboramos para que él llegara a donde llegó. Porque cuando el Pueblo salió a la Calle en Febrero de 1989, nos tapamos los ojos y dimos la espalda. Porque cuando en 1992 se intentó dar el Golpe de estado, no asumimos nuestra responsabilidad y continuamos buscando las sobras del festín. Porque cuando se hicieron elecciones en 1999, no fuimos a votar provocando el porcentaje de abstención más grande de nuestra historia. Porque vendimos nuestra libertad irresponsablemente.

Hugo Chavez es fiel reflejo de los errores que cometimos los venezolanos. Fuimos soberbios y nos ganamos su soberbia. Fuimos sectarios y nos ganamos su sectarismo. Fuimos derrochadores y nos ganamos su derroche. Cuando el insulta, recordemos cuantas veces nosotros hemos insultado de la misma manera. Cuando el es irónico, recordemos nuestra ironía. Cuando él irrespeta, recordemos las veces que hemos irrespetado.

Y eso es lo que más nos molesta, aunque no lo reconozcamos Chavez es más parecido a nosotros de lo que nos imaginamos. Añoramos el Ta'barato y nos duele que ahora sean ellos quienes lo disfruten.

No escuchamos las advertencias y ahora sufrimos las consecuencias. Ojalá ahora sí, pero lamentablemente con sangre, aprendamos la lección.





lunes, 9 de abril de 2007

La guerra de la soberbia


Desde nuestro origen la raza humana ha estado dominada por su soberbia. Nuestro orgullo no es satisfecho hasta que no controlamos a otros en una ilusoria demostración de superioridad y fuerza. La lucha por el poder pareciera ser el único fin que nos desvela en estos días; y por ganar esa batalla estamos dispuestos a todo, incluso a destruir nuestro planeta.

El desarrollo de la energía nuclear es una prueba de ello. Sin aviso y sin pedir permiso fué utilizada por primera vez destruyendo dos ciudades y matando instantaneamente a cientos de miles sin contar a aquellos que quedaron "muertos en vida" condenados de por vida a vivir diariamente en sus mentes el terror de lo que fueron testigos. Quienes se creían quienes lo hicieron? Había acaso alguna razón valedera para abrir esa puerta que solo nos ha puesto en el filo de la navaja día a día? Soberbia y Orgullo...sólo eso.

Porque ellos, los que iniciaron este juego mortal, sabían que que con su acción sólo estarían incentivando una dura lucha por demostrar quien podía ir más lejos. Detrás de ellos,Europa y luego con la reconstrucción de Asia, Japon y Sur Corea. Y después Israel, Egipto, Rusia y pare Ud de contar. Quien les dió a ellos la patende corso para creerse con el derecho de tener sus dedos en un gatillo que de ser presionado acabaría con todos nosotros?. Superiores?, quien lo dice?. Poderosos?, es que acaso tiene poder el suicida que amenaza a los pasajeros de un autobus con una granada amarrada a su cintura?. Pareciera que el Orgullo y la Soberbia no tiene límite.

Para que sus conciencias estuvieran aliviadas crearon una "Asociacion de Paises con dedo en el gatillo" y dijeron: "solo nosotros tenemos el derecho...así que pórtence bien..." Pero la Soberbia genera más soberbia; no hay nada que genere más violencia y reconcomio que alguien apuntandote a tu cabeza diciendote que tu eres inferior y no tienes derechos.

Creen que exagero?, solo miren las reacciones que han provocado las noticias de que Corea del Norte e Iran están desarrollando armamento nuclear. "Hey amigos!, paren eso que ustedes no tienen derecho..". "Se imaginan que será de este mundo si esos locos tienen energía nuclear?" Locos?, quienes son los locos?...o más bien debiera preguntar, es que acaso hay alguien cuerdo en todo esto?.

No! no apoyo la energía nuclear. Ni en las manos de uno ni en las manos de los otros. Y no la apoyo porque no veo ningún sentido a este juego de ruleta rusa. Me llena de angustia el saber que alguien (cualquiera que sea) tiene el dedo en el gatillo, pero más angustia me da la impasividad de la mayoría.

Es que acaso creen que esto sólo puede pasar en la palículas de Hollywood?. No Señores! la amenaza nuclear está cada día más latente; cada día los locos (repito, los unos y los otros) parecieran conducir el mundo hacia una confrontanción en donde nadie saldría ganando y todos perderíamos. Hagamos escuchar nuestras voces y paremos esta absurda lucha.




viernes, 6 de abril de 2007

El fin del Petróleo

martes, 3 de abril de 2007

Asumamos nuestro Liderazgo

"José Vicente, como La Hojilla, representan lo que rechazamos. Entonces ¡qué se quede con su público! Ese lenguaje de cinismo y prepotencia no puede ser el de quienes lloramos muertos."

Uno de los problemas de la oposición es que no tiene oportunidad de revelarse, como tal, a menos que sea por una convocatoria a elecciones, lo que viene a ser bastante complejo y difícil en los términos que hoy se plantean liderazgo y elecciones.

Vivimos clamando por algo que nos despierte, que nos motive, que nos saque de este indolente letargo. De repente nos acordamos que cada uno debe hacer algo, ser líder, actuar.

Pero qué va, matan a Antonio López en plena calle, asesinado como un vil delincuente, están presos los inocentes de abril y en cargos oficiales los asesinos que "sólo disparaban al aire"; se vuela el viaducto para borrar huellas de la democracia, los funcionarios chavistas se acusan entre sí y uno que otro se va con la cabulla en el tobillo; asesinan a los niños Faddoul y todavía no hay culpables; policías matan gente, secuestran, aparecen cadáveres por docenas en Guárico mientras los deudos esperan justicia; queman la Torre de Parque Central; no hay azúcar ni caraotas ni carne ni medicinas; los medios escritos y audiovisuales son una lástima, se autocensuran, se vuelven ligeros y fastidiosos, el silencio es cada vez más pesado; las importaciones matan las industrias; la oposición es la mayoritaria minoría más humillada; se sigue regalando petróleo; siguen las "relaciones peligrosas" y las enloquecidas iniciativas gubernamentales desprestigiando al país; no hay seguridad; y nosotros seguimos pasivamente, prácticamente muertos, sin incinerar aún, pero muertos. Hay que manifestar que no, que no lo estamos.

Hay que reaccionar hasta por amor propio.

Y he aquí que la oportunidad nos la están pintando calva.

Ayer viendo en la prensa la foto de José Vicente Rangel, publicitado a color y tamaño impagable anunciando su programa "con su estilo único y polémico", me decía "Aquí está, esto es lo que esperábamos". Con esto podemos demostrar dónde estamos y cómo estamos. ¿Cómo? Sencillamente no encendiendo ni por equivocación la TV para verlo. Porque sí queremos demostrarnos a nosotros mismos que estamos de alguna manera peleando contra lo que no queremos.

¿Es que hay alguien en estos años que nos haya dado más rabia, que haya provocado más nuestra angustia y ganado más nuestro rechazo que este hombre, para el que cárceles, muertes, vejaciones y amenazas e insultos eran "normales"? ¿Se le ha olvidado a usted aquella figura marmolizada a la espalda de Chávez avalando siniestramente todo lo ocurrido en abril? José Vicente, como La Hojilla, representa lo que rechazamos. Entonces ¡que se quede con su público! Ese lenguaje de cinismo y prepotencia no puede ser el de quienes lloramos muertos y presos políticos, y además, ¿qué puede decir que se le crea? Éste es otro espacio del Gobierno como lo son los que uno tras otro reflejan lo que hace el Ejecutivo como patrón de planta. No puede ser que hoy se prenda un televisor para premiarlo cuando tanto nos ha hecho llorar. Por supuesto que nadie puede obligar a nadie. Y yo no pretendo hacerlo con usted que me lee.

Expreso mi opinión que todavía puede leerse. Pero si a usted le hace tanta falta como a mí el no hacer concesiones que empobrezcan su espíritu y minimicen sus fuerzas, tómenlo en cuenta.

Si alguna vez usted dijo aquello de "el liderazgo empieza en cada uno de nosotros", hágase un favor: demuéstreselo. A él no le va a hacer daño si es verdad que esos votantes de cada elección son verdaderos. Pero a usted sí le va a hacer un gran bien demostrar que usted no es tan pendejo como ellos creen. Por allí empieza todo

Por Isa Dobles